El 2014 será un año para recordar en la industria del langostino, y es que a pesar de los altos precios la demanda en los principales mercados de este producto se ha mantenido sorprendentemente estable. De hecho, durante los tres primeros trimestres de este año el valor de las importaciones ha alcanzado cifras récord tanto en la UE como en los EE.UU, donde esta marca también se ha hecho extensible al volumen de las mismas.

 

Esta coyuntura tiene su origen en una mayor demanda interna por parte de países productores como la India o China, así como en los problemas de suministro generados por el Síndrome de Mortalidad Temprana (EMS) en países proveedores como China, Tailandia, Vietnam, Malasia o México. Ambos factores han contribuido a una menor oferta de langostino en el mercado internacional, a pesar de la intensificación productiva llevada a cabo por la India, Indonesia o Ecuador para aprovechar las circunstancias.

 

Pan para hoy, hambre para mañana. Las previsiones apuntan a que la intensificación productiva de determinados países contribuirá a que una vez comiencen a remitir los efectos del EMS, los precios disminuirán a medida que las regiones afectadas comiencen a recuperarse.