A finales del pasado mes de junio, la Unión Europea suspendió las conversaciones para cerrar un acuerdo que situaba a Tailandia como socio comercial y principal abastecedor de langostinos y conservas de atún al mercado comunitario. Esta interrupción se produjo como consecuencia del relativamente reciente golpe de estado en el país asiático y del escándalo relacionado con el empleo de mano de obra esclava en la industria pesquera tailandesa del que nos hicimos eco en nuestra edición anterior.

Coincidencia o no, hace unos días Ecuador y la UE han cerrado un acuerdo comercial bilateral tras cuatro años demorando las negociaciones. Mediante este compromiso, se permitirá el ingreso al mercado comunitario de una larga lista de productos ecuatorianos libres de cargas fiscales, siendo las exportaciones de langostino y de conservas de atún algunos de los productos que se verán más favorecidos.

Los términos comerciales de este acuerdo no entrarán en vigor hasta el segundo semestre de 2016, por lo que también se ha ratificado que hasta entonces se extenderá el sistema de preferencias arancelarias actual para los productos ecuatorianos.